jueves, 20 de diciembre de 2007

El billar

Llevábamos muchos meses chateando, habíamos hablado de muchas cosas pero los 2 teníamos ganas de algo más. Quedamos en un bar ya acordado para tomar algo y jugar una partida al billar. Fui vestida tal y como él me lo pidió. Con unas botas negras altas, una minifalda y una camisa de botones roja, con el pelo suelto.

Cuando nuestras miradas se cruzaron sonreímos y sin decir media palabra  buscamos una mesa de billar. A ese bar, no suele ir mucha gente así que la mesa de billar estaba libre. Me acerqué a coger los palos él me rodeo con sus brazos, acercó sus labios a mi cuello sin llegar a rozarlo, podía sentir su respiración erizándome todo el cuerpo. Cerré los ojos y me dijo: No quiero jugar al billar, quiero hacerte el amor en esta mesa...cuando no haya ningún cliente. Abrí los ojos y me dí la vuelta besándole con delicadeza introduciéndole mi lengua muy despacito. Dame el palo me dijo sonriendo.

Le dí el palo y  estuvimos jugando un rato y tomándonos un par de cervezas. Cuando ya íbamos a empezar la tercera partida me agaché para coger las bolas cuando me sorprendieron sus manos por dentro de mi falda rodándome el tanga buscando mi clítoris. Me levanté como un resorte y le dije: ¿Qué haces? hay gente en el local aún... No me importa solo hay unos viejos borrachos que están entreteniendo al camarero...podemos hacerlo ahora y nadie se enterará me dijo mientras me introducía el dedo corazón en la vagina.

Me subió a la mesa de billar y me colocó justo en el borde. Con sus manos me separó las piernas se bajó la bragueta sacándose su pene me agarró el culo y haciéndome hacía él me penetró sin compasión mientras con la otra mano me apretaba los pechos con firmeza. Ni se te ocurra gemir porque me muevo más rápido me dijo mirándome a los ojos.

Yo estaba cada vez más desesperada, quería sentirle mejor, quería que se moviera más rápido y quería moverme yo pero no podía me daba miedo de que algunos de los que estaban en la barra fuera al baño y nos encontrara así. Lo único que podía hacer era quedarme quieta y desesperarme a la vez que disfrutaba de eso. Cuando creí que no podía ponerme más cachonda me bajó de la mesa y me dijo que cogiera un palo y fingiera que iba a tirar a la bola que estaba más lejos. Así lo hice. En ese momento estaba agachada, me levantó la falda y me penetró analmente, agarrándome de mis caderas. 

Un gemido se me escapo pero con la música del local no lo notó nadie solo él  entonces se quito y me coloco en la postura inicial. Con una mano me tapo la boca y con la otra me agarraba de mi cintura para poder penetrarme más y más de prisa. Te dije que si gemías te lo iba a hacer más deprisa...

Su mirada se clavaba en la mía con seguridad. Una gota de sudor bajaba por toda mi columna vertebral a la vez que a él le pasaba por sus sienes...en ese momento un estallido de placer, nuestros fluidos se mezclaron llegando al orgasmo a la vez, siendo un orgasmo silencioso lo único que podía escucharse era la música que estaba sonando en el bar...no la recuerdo, las conversaciones de los borrachos, ruidos de vasos y platos y nuestra respiración entre cortada que solo nosotros podíamos escuchar. Nos despedimos con un beso en la mejilla. Seguimos hablando aún por internet.

Bueno, esto no ha pasado. Es una fantasía mía. A ver si se cumple jejeje ;-)

Besitos.

Inocencia Prohibida.

4 comentarios:

dsdsdsd dijo...

Siempre que vamos a un bar con mesa de billar, voy directo a la barra porque sé que mis amigos se van a poner a jugar. Yo no sé, y tampoco me llamaba la atención hasta ahora. Sabiendo lo que puede dar una partida, creo que tengo que tomar unas clases aceleradas.

Felicidades, una vez más logras que suba la temperatura en pleno invierno.

Saludos!!

Miguel dijo...

toda una sensación de realidades tu bonito relato.
... celebra este tu acogedor espacio con navideños besos, cienes de tiernos y cálidos ... cual suaves son tus encantadores abrazos

PARANOICO ILUSIONISTA dijo...

Saltando de un lado a otro he llegado hasta este tu mundo y me alegro de haberlo hecho. Bueno, realmente bueno y visual tu texto, desborda pasión. Me he sentido mirando por una mirilla la escena, vaya rubor...

Inocencia prohibida dijo...

Hola

Roberto: Gracias por tus palabras, me alegra saber que tras mi relato ves el billar con otros ojos ;)

Miguel: Tu siempre tan tierno...gracias por tus palabras yo también te mando muchos besos y abrazos navideños tan suaves, cálidos y tiernos como los que me mandas tú.

Paranoico Ilusionista: Bienvenido estas en tu casa. Me alegro de que te guste el estar aquí. Me he pasado por tu blog y te he agregado esta muy guapo me encantó.

Muchos besos a los 3 hasta pronto ;-)