viernes, 30 de noviembre de 2007

Fin de semana

Hola a todos/as

Lo prometido es deuda, así que hoy voy a contar una versión resumida pero con todo lujo de detalles de como fue ese fin de semana con  José. Justo donde lo dejé ayer.

Después de decirme que era su prisionera, me agarró con sus fuertes manos las mías y me las amarró lo suficientemente fuertes como para que no pudiera moverme sin hacerme daño. ¿qué haces José? le dije con voz temblorosa no de miedo sino de estremecimiento porque sabía que me iba a gustar sus intenciones. Eres mi prisionera y quiero disfrutar de tu cuerpo todo el fin de semana cada vez que se me apetezca me dijo sin vacilar. Mientras me cogía para llevarme al dormitorio.

Una vez allí, me amarro cada pierna a la pata de la cama. Así estarás preparadita para mi me dijo mientras me acariciaba el  lado izquierdo de mi cadera y me besaba suavemente. ¿Y si grito y alguien viene a salvarme? le dije susurrándole y chupándole la oreja muy sugerentemente...No voy a permitir que eso pase, me dijo saliendo de la habitación. Se fue y al volver  trajo 2 pañuelos bastante grandes. Abrí la boca sin que él me lo pidiese para que me metiera uno de ellos dentro de mi boca y con el otro terminara de cerrármela bien. Así lo hizo. Me miró durante un rato, eso provocó que me excitara mucho.

Deseaba que me hiciera el amor, y se lo suplicaba pero él solo podía escuchar Mmmmmggg y me dijo: después ahora no. y se marcho unas horas. En las cuales me quedé dormida. cuando me despertó, tenía hambre y ganas de ir al baño, entonces me dijo: Ahora vamos a comer y al baño. Después de ir al baño solo con los pies desatados,  me llevó a la cocina me sentó en la silla. Me ató las piernas a las patas de la misma, me desató las manos para que pudiera comer pero ato mi cuerpo al respaldo de la silla pasando cuerdas entre mis pechos realzándolos aún más. Por último me quito la mordaza. Después de comer me llevo junto con la silla a ver un rato la TV, pero para eso me volvió a colocar la mordaza. Mientras veíamos la TV se ponía a acariciar mis pechos, mis muslos, mi sexo muy suavemente para excitarme cada vez más y más Mmmmmggg, Mmmmmggg y mi respiración agitada era lo único que se escuchaba junto con la película que había puesto José.

Se levanto me desató de la silla y me llevo a la cama y me volvió a atar con las piernas bien separadas. José empezó a besarme y a chuparme la cara interna de mis muslos hasta alcanzar mi vagina. Al llegar a ella, se puso a pasar su lengua suavemente de arriba a abajo, luego iba cada vez más y más deprisa. Sentía que no podía más, pero no podía hacer nada, estaba a su merced. Me movía muchísimo no podía controlarme. Se quitó se acercó a mi y me desató las manos y me quito la mordaza. Quiero oirte gemir y que me marques el ritmo de como quieres que te lo haga me dijo José muy excitado.  Y así lo hicimos hasta que tuve un orgasmo. En ese momento José me desato las piernas, pude ver su miembro muy erecto y le dije: Ahora quiero hacerte lo mismo pero contigo.

José me miro y me dijo: ¿Vas a atarme también? y le dije: No, voy a chuparte. Mientras le decía eso me coloqué sentada en la cama, agarré su pene con firmeza y empecé a pasar mi lengua por cada rincón, juntando los labios para que la presión le excitase más. Luego le agarré la mano y se la puse en mi cabeza para que me marcara su ritmo. Al poco tiempo llegó él dentro de mi boca. Fue increíble.

Mi carcelero me dió permiso para ducharme y estar un rato desatada. Pensé que el juego se había acabado, así que me empecé a vestir para marcharme a casa y me dijo: No, eres mi prisionera te lo dije, volvió a desnudarme, amarrarme y amordazarme  metiéndome en la cama, solo me desató varias veces en la noche para ir al baño.

El sábado por la mañana escuchamos ruido en la cocina...era el hermano del compañero de piso de José que se quedaba en el lugar de su hermano para poder tener intimidad con su novia. José no sabía nada, se quedo bastante fastidiado y yo tanto como él. Por suerte lo escuchamos antes de que fuera demasiado tarde (ya me entendeís) por lo menos ayer José y yo disfrutamos muchísimo. Ese mismo día me marché.

¿Debería de estar alegre por mi libertad? 

Inocencia prohibida.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿no?pide que te ate otra vez,pero esta vez algo más fuerte...
Un beso envuelto en un pañuelo.

Etèria dijo...

Llego aquí desde casa de Etaxys. Debe de ser por lo de la prohibición que me llamo la atención tu comentaria... Después de leerte simplemente esperare acontecimientos próximos para decidir... Bienvenida a esta "guachipandi" de locos maravillosos y suerte con tu blog.

Besos.

CHAMAN dijo...

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