Hola a todos/as
Como veréis me he sumado en contra de la pederastia. Animo a todo el que quiera a sumarse, solo tienen que hacer click arriba de la imagen que esta a la izquierda y allí tenéis toda la información para sumaros a esta buena campaña que por desgracia cada día salen a la luz más casos sobre estas situaciones tan desagradables y tan lamentables. Siempre es bueno poner nuestro granito de arena.
Espero que este verano lo estén pasando genial. Ya se sabe que con estos calores lo más que apetece es tomarse algo fresquito, con mucho hielo... ;-)
Marcos y yo decidimos irnos a pasar el día en la playa, pero al final estuvimos solamente unas 3 horas, el calor era insoportable. Como su casa estaba cerca de la playa fuimos allí para bañarnos. Al llegar a la casa, Marcos me ofreció una cerveza fría. Pero le dije que no porque no me gusta beber, prefería un refresco con hielo así que me puso uno.
Mientras bebía el refresco, Marcos se desnudaba delante de mí, para irse a duchar y me miraba con deseo sin decir ni media palabra hasta que se desnudo completamente se acerco a mí y se puso a olerme el cuello y me dijo susurrándome al oído: Hueles a sal.
Metió su mano en mi refresco sacando uno de los cubos de hielo que me había puesto en el vaso y lo paso por mi pezón izquierdo. Mi respiración se entrecortó y mi piel se erizó por un segundo. Luego, me tiro del pelo haciéndome la cabeza hacia atras y me beso apasionadamente mientras pasaba el hielo por mi otro pezón.
Yo me movía muy rápido quería que me quitara el hielo porque tenía mucho frío pero él me agarró fuertemente haciéndome hacia él. Siguió bajando el hielo por mi barriga, mi vestido se me pegaba al cuerpo mientras el hielo se derretía. Tengo frío... le dije.
Pero a él no pareció importarle, me bajo la braguita del bikini y empezó a introducirme el hielo dentro de ella. Empecé a chillar. Era una mezcla de placer y de frío a cual mayor. Marcos no quería que me escucharan los vecinos y me pidió que no gritara, pero no podía controlarme, así que con su otra mano me tapo la boca.
Siguió masturbándome con el hielo hasta que este acabo por derretirse. Quiero hacerte lo mismo le dije. Se sentó en el sillón, esperando a que yo cogiera el hielo con su pene erecto. Abrí el congelador y saque de la cubitera de hielo uno.
Lo pase por mis labios y lo chupe y con mi boca bien fría chupe todos los rincones de su miembro mientras derretía el resto del hielo en mi sexo. Cuando termino de derretirse el hielo, me levanté y me senté sobre él con las piernas abiertas haciendo que me penetrase. Sus manos agarraban mi culo y sentía una mezcla de frío y calor que me gustaba.
Sus manos recorrían todo mi cuerpo y las mías todo su pecho. Su lengua daban calor a mis pezones erizados por el frío del hielo, hasta que por fin pude sentir como su semen me llenaba y como mi vagina se calentaba con el junto con mis líquidos vaginales producidos por un orgasmo intenso y no era precisamente frío...
Que digan lo que quiera... pero en verano no hay nada mejor que un refresco bien frío con hielo... mucho hielo.
Besos
Inocencia Prohibida